Skip to main content

Recién llegada de Castellón me siento sin demora a escribir este breve comentario de lo que ha sido este intenso fin de semana sobre trauma donde, además, he tenido el placer de coincidir con mis formadores de Fase2.

Llego del seminario internacional sobre “Tratamiento de trauma desde una perspectiva existencial y cultural” de la mano del maestro y profesor Maurizio Andolfi, pionero de la terapia familiar y considerado uno de los mejores clínicos en el ámbito internacional.

Lo vivido este fin de semana ha sido un grandísimo regalo de este magnífico profesional. Desde el inicio ya él mismo apuntaba sus intenciones; “menos powerpoint y más experiencia”. Andolfi habla de la importancia de experienciar y observar en directo la teoría que ya está en los libros, y así nos lo ha enseñado.

La experiencia

Ha sido un fin de semana de verlo en acción, de verlo conducir sesiones con familias donde algún trauma los había dejado bloqueados de alguna manera y llevarlos de forma amable, cercana, sencilla y con gran maestría hacia lo que llama “el clic”; el punto a partir del cual las familias pueden comenzar a generar un cambio para sus vidas.

El profesor Andolfi hace mucho hincapié en pasar del problema cristalizado en la familia, a los recursos positivos de la misma. Esos que pueden abrir puertas a la resolución, a un nuevo encaje más funcional para la familia. Habla de dejar de mirar el problema y centrarse en las relaciones del sistema familiar para dejar de resistirse al cambio. Porque todas las familias tienen recursos, y todos los “pacientes” tienen cosas realmente positivas.

Desde su teoría multigeneracional propone dar voz a las familias y a su dolor, moviendo a los individuos de su rol, para ponerse en los zapatos de “el otro”, esté o no presente en la sesión (trayéndolo simbólicamente). Y nos demuestra mediante la práctica como todos los miembros de las distintas generaciones de la familia tienen un papel relevante en este camino.

Me sería imposible describir la intensidad de verlo trabajar, de la fuerza que llevan sus intervenciones a través de la profunda calma que inspira. Me llevo un enorme aprendizaje y una gran motivación a seguir aprendiendo. Pues este es un camino que no acaba nunca y es un placer recorrerlo con gente como él.

La terapia sistémica nos da unas nuevas gafas con las que observar las problemáticas de las personas que acuden a consulta. Si estás interesad@, contáctanos!

Irene López Romero

CV11092

Leave a Reply

#